Esclavas del márquetin, reinas de nada

La belleza es efímera, a veces superficial y vana. La belleza en el más amplio sentido filosófico siempre ha formado parte de la estética, el planteamiento objetivista dice que la belleza es inherente al objeto que se reconoce como bello. Es cualidad propia del mismo. En el mundo moderno la belleza femenina se rige por otros factores más mundanos y mercantilistas, cuyo aporte a la humanidad  es vacuo, excepto para la industria, los medios, el comercio y alguno que se aprovecha para promover países o equivocados valores.

Cómo hace más de 62 ediciones, cada año se realiza el Concurso de Miss Universo. En 2014 se  llevó a cabo en Doral, Miami-Dade, Estados Unidos. Candidatas de 88 naciones y territorios autónomos concursaron por el título en el certamen. Al final del evento Gabriela Isler, Miss Universo 2013, de Venezuela cedió la corona a Paulina Vega de Colombia como su sucesora. Según se sabe uno de los primeros concursos de belleza está registrado en la Biblia, en el libro de Ester, algo que no es casual

Lo que muchos se siguen preguntado, es sí realmente estos reinados aportan algo más a la sociedad del siglo XXI. ¿Qué tipo de valores transmite  una reina y su reinado de un año? Eso sí, participar en un reinado nacional ya es una inversión, se exigen cánones de belleza y siempre se necesita de un patrocinador muy adinerado.

Estamos ante una sociedad global regida por la racionalidad del mercado en donde se compra la belleza y la delgadez, se revela una situación contradictoria; la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta sobre la obesidad como epidemia mundial y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sobre la desnutrición mundial, pero ambas como enfermedades de la pobreza en la última década. Cabe decir que “la mayoría de los gordos no son ricos sino pobres y la gordura está situada en el polo opuesto de la belleza”. Existe, además, cierta reprobación moral que categoriza a las personas obesas como auto complacientes, débiles de carácter y abandonadas en todo lo que se refiere al cuidado personal.

 Diversas Organizaciones No gubernamentales, denuncian la hipocresía de los gobiernos al permitir reinados y fomentarlos en sus países. Sólo hay que mirar a Colombia en donde se realizan más de 20 reinados (de la Panela,la Cebolla, el Coco, la Sal, el Café, el Joropo, de la Tanga, entre muchos otros), incluso algunos con niñas de  entre 5 y 11 años y “en tanguita”, las mismas organizaciones defensoras de los derechos infantiles  señalan que muchos comportamientos machistas y de violencia de hombres contra mujeres viene de la educación. Desafortunadamente  la que más se prodigan es la televisión, el cine o los medios de comunicación que promueven una tipo de belleza equivocado y fuera de contexto social. Arbitrario e injusto.

Video de elección de la Reina Infantil Carnaval 2014. Bella Unión, Uruguay. 

Por eso, resulta, increíble que en Colombia, este año, se celebre por todo lo alto el premio de Miss Universo para Paula Vega, cómo si se hubiese ganado un Nobel de Ciencia, el mismo presidente Juan Manuel Santos se mostró exultante, olvidando las víctimas de la violencia machista, niñas trabajadoras, prostitución y la aún existente trata infantil en las zonas rurales del país sudamericano. La misma Paula Vega, al ser preguntada sobre qué pueden aprender las mujeres de los hombres, respondió que “hay hombres que todavía creen en la igualdad de hombres y mujeres, y eso es lo que las mujeres deberían aprender de los hombres". ​ Y me pregunto: ¿y las mujeres  que sufren palizas, que son vejadas, atacadas con ácido, violentadas en los autobuses y hasta asesinadas, será que no creen en esa igual?

Pero el caso de Colombia no es el único, hace algunos meses se denunció la historia de una mujer norteamericana que paseaba a su hija con 6 años por diversos concursos porque decía que había nacido para eso. Luego se supo que la niña apareció muerta. Tampoco, hay que olvidarse de la República Dominicana en donde celebran concursos de bailes caribeños con niñas delante de una multitud enloquecida por el alcohol y la fiesta. Según las autoridades muchos de estos reinados esconden delitos como la pornografía infantil o el abuso de menores. Ecuador prohibió hace algunos años la celebración de concursos de belleza en las escuelas y colegios, por no aportar nada solamente fomentar el sexismo y machismo. Puerto Rico, España, Ucrania, Perú, Italia, Tailandia, Australia, Algunos países Árabes, India, Argentina, Uruguay y  Venezuela, el que más veces ha ganado el Miss Universo, y el años pasado también uno o una de sus presentantes gano el concurso de Miss Travesti 2014, y en muchos otros estados, existe el machismo, la creencia de que los hombres “mandan” que son una estirpe a la que hay que seguir. No existe la paridad y el termino igualdad de género suena a chino, precisamente en este país hay una ley que prohíbe tener más de un hijo y si es niña no es bien visto.  En algunos lugares del planeta se pactan matrimonios de niñas, se obliga, se somete, se sodomiza y se prostituye a las mujeres como objetos. En Alemania, existe un programa de televisión en el que 22 mujeres  jóvenes entre 21 y 32 años se disputan el amor de un hombre, quien cada noche elije y elimina una, a la siguiente día se va con todas a un gran hotel, e intenta conquistar a una, claro todas están dispuestas por él y por lo premios. En Europa, el machismo, el sexismo y la violencia contras las mujeres es una lacra. Al punto que Asociaciones de Derechos de las Mujeres, señalan el origen de los mensajes erróneos de belleza lo que conlleva a enfermedades como la anorexia o la bulimia. Asimismo equiparan la violencia  de género con el terrorismo.

Por eso, quizá tendríamos que cuestionarnos el aporte social, educativo o de otra índole que ofrecen los reinados de belleza y su falsa emisión de mensajes en la cultura mediática de los países. Se podrá creer que son parte de la cultura, de las costumbres, de la idiosincrasia o en realidad del márquetin.

Como dice Michel Foucault: “el consumo y la subjetivación del valor estético del cuerpo por sobre todos los otros valores que en él están inmersos (valor simbólico, cultural, religioso, etc.). Incluso, se ha establecido un consumo de los discursos corporales; los cuerpos deben ser bellos, saludables, bronceados, delgados, jóvenes”. (Sic) Quizá muchos de los problemas de las sociedades modernas se evitarían si hubiese una educación más igualitaria, en valores, y respetuosa. El papel de los medios es fundamental y es en casa dónde se empieza. Ahora, la lucha no es fácil y menos corta, habrá que reinventarse todo un modelo global, lo cual nos lleva a pensar en el cambio sin negar la evidencia.

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