18.05.15

El E-commerce o volver a los orígenes

Dice un adagio popular que “el que no muestra no vende”, esto en los tiempos de las nuevas tecnologías se hace una sentencia. El famoso márquetin, “el puerta a puerta” o “el voz a voz”, no son más que estrategias de mercadeo y venta que llevan toda la vida con nosotros. Pero en estos tiempos de internet y de Redes son insuficientes. No basta con decorar las vitrinas o tener aspectos llamativos en los productos, necesitamos dar el paso más allá, fuera de las fronteras en los lugares más remotos, pero empezando por lo más cercano, el barrio, nuestra ciudad o país. Podría decirse que todos somos vendedores de algo. Si se piensa bien, nos educamos,nos vestimos, comemos, nos cuidamos, en fin, por algo. Lo mismo pasa con los productos o servicios, se necesita de planes, esta vez utilizando los medios electrónicos, es decir el E-commerce.

El comercio electrónico, también conocido como E-commerce (Electronic commerce, en inglés), consiste en la compra y venta de productos o de servicios a través de medios electrónicos, tales como Internet y otras redes informáticas. Originalmente el término se aplicaba a la realización de transacciones mediante medios electrónicos tales como el intercambio electrónico de datos. Sin embargo con la aparición de Internet y la World Wide Web (www), a mediados de los años 90 comenzó a referirse principalmente a la venta de bienes y servicios a través de la red, usando como forma de pago medios electrónicos, tales como las tarjetas de crédito.

La cantidad de comercio llevada a cabo electrónicamente ha crecido de manera extraordinaria debido a Internet. Una gran variedad de comercio se realiza de esta manera, estimulando la creación y utilización de innovaciones como la transferencia de fondos electrónica, la administración de cadenas de suministro, el márquetin en Internet, el procesamiento de transacciones en línea (OLTP), el intercambio electrónico de datos (EDI), los sistemas de administración del inventario y los sistemas automatizados de recolección de datos.
En Colombia las ventas por internet crecieron en 2013 hasta U$3.000 millones, lo que significa un 40 % más que en 2012, según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE). En los últimos 3 meses del año pasado hubo un crecimiento del comercio electrónico del 40 al 50 %, en gran parte debido a la temporada navideña.

Se estima que para 2015 se doblará el monto de transacciones de forma que la facturación anual rondará entre U$5.000 y U$6.000 millones debido, entre otros factores, a la entrada de más dispositivos móviles conectados a Internet. En Colombia hay “entre tres y cuatro millones de compradores online”. Según la Càmara de Comercio Electrónico el mundo de pagos por Internet y de comercio electrónico tiene un gran aliado con los smartphones y hacia allí va la tendencia. Ese auge augura a que se reduzcan las filas en las cajas de pago de los grandes almacenes porque se popularizarán las transacciones desde el móvil, medio con el cual ya se pagan el 10% de las compras virtuales en Colombia.
La tendencia mundial permite estimar, que para 2018 la cantidad de dinero generado a nivel global por comercio online iguale las transacciones con efectivo, aunque en Colombia se pronostica que esto no sucederá hasta el año 2021.

Ejemplo americano

En los últimos decenios del siglo XIX empresas comerciales como Montgomery Ward y luego Sears iniciaron la venta por catálogo en los Estados Unidos. Este sistema de venta, revolucionario para la época, consiste en un catálogo con fotos ilustrativas de los productos a vender. Esto permitió a las empresas captar nuevos segmentos de mercado que no estaban siendo atendidos. Además, otro punto importante a tener en cuenta es que los potenciales compradores pueden escoger los productos en la tranquilidad de sus hogares, sin la asistencia o presión, según sea el caso, de un vendedor. La venta por catálogo tomó mayor impulso con la aparición de las tarjetas de crédito; además de determinar un tipo de relación de mayor anonimato entre el cliente y el vendedor.
La práctica del comercio electrónico comenzó a principios de 1970, con novedosas aplicaciones como la transferencia de fondos monetarios. Después apareció el intercambio de datos vía electrónica, que produjo una expiación en el comercio electrónico, dando lugar a otros tipos de procesos comerciales. Debido a esto, el comercio en línea se ha expandido muy rápidamente gracias a los millones de consumidores potenciales a los que se puede llegar a través de este medio.

A mediados de 1980, con la ayuda de la televisión, surgió una nueva forma de venta por catálogo, también llamada venta directa. De esta manera, los productos son mostrados con mayor realismo y con la dinámica de que pueden ser exhibidos resaltando sus características. La venta directa se concreta mediante un teléfono y usualmente con pagos de tarjetas de crédito. Actualmente esta práctica es usada en todo el mundo. En 1995 los países integrantes del G7/G8 crearon la iniciativa Un Mercado Global para Pymes, pequeñas y medianas empresas, con el propósito de acelerar el uso del comercio electrónico en todo el mundo.

La pregunta que surge entonces: ¿puede cualquier producto utilizar el E-commerce para venderse?, por supuesto, todo depende de las estrategias, los soportes y sobre todo del conocimiento de quien dirija las campañas. La inversión para hacer campañas de E-commerce o implantarlo no resulta demasiado cara si se piensa en una inversión más que en un gasto. Los beneficios no serán inmediatos pero se verán en la medida que se desarrolle la estrategia, es decir, “sembrar para recoger”.

Entre las ventajas del Comercio electrónico están: Ofrecer productos en línea, ampliar la visibilidad del negocio entre los clientes y sus ventas; las empresas deben atrapar la atención de los compradores pero además ganarse su confianza; el Comercio electrónico ayuda a las empresas a captar clientes de nivel C y C+, clase media y media alta.
Y las desventajas: La desconfianza, el desconocimiento y la baja penetración de banda ancha limitan a las empresas, solo 10% de las pequeñas empresas hacen E-commerce. En estos tiempos se hace más patente la idea aquella de ‘hacer una vaquita’, lo que en terminos digitales sería la búsqueda de fondos o el “crowdfunding” que se ha convertido en una gran herramienta para los emprendedores.

Por eso, con ayudas o sin ellas, la apuesta por el E-commerce es segura y rentable para los emprendedores o las grandes empresas. Solo habrá que atreverse a hacerlo, creo, como dirían las abuelas: “el que no arriesga un huevo no gana un pollo”.

Rafa Cely Ulloa
divulgadormultimedia.blogspot.de

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