Dice un adagio popular que “el que no muestra no vende”,
esto en los tiempos de las nuevas tecnologías se hace una sentencia. El famoso
márquetin, “el puerta a puerta” o “el voz a voz”, no son más que estrategias de
mercadeo y venta que llevan toda la vida con nosotros. Pero en estos tiempos de
internet y de Redes son insuficientes. No basta con decorar las vitrinas o
tener aspectos llamativos en los productos, necesitamos dar el paso más allá,
fuera de las fronteras en los lugares más remotos, pero empezando por lo más
cercano, el barrio, nuestra ciudad o país. Podría decirse que todos somos
vendedores de algo. Si se piensa bien, nos educamos,nos vestimos, comemos, nos
cuidamos, en fin, por algo. Lo mismo pasa con los productos o servicios, se
necesita de planes, esta vez utilizando los medios electrónicos, es decir el
E-commerce.
El comercio electrónico, también conocido como E-commerce
(Electronic commerce, en inglés), consiste en la compra y venta de productos o
de servicios a través de medios electrónicos, tales como Internet y otras redes
informáticas. Originalmente el término se aplicaba a la realización de
transacciones mediante medios electrónicos tales como el intercambio
electrónico de datos. Sin embargo con la aparición de Internet y la World Wide
Web (www), a mediados de los años 90 comenzó a referirse principalmente a la
venta de bienes y servicios a través de la red, usando como forma de pago
medios electrónicos, tales como las tarjetas de crédito.
La cantidad de comercio llevada a cabo electrónicamente ha
crecido de manera extraordinaria debido a Internet. Una gran variedad de
comercio se realiza de esta manera, estimulando la creación y utilización de
innovaciones como la transferencia de fondos electrónica, la administración de
cadenas de suministro, el márquetin en Internet, el procesamiento de
transacciones en línea (OLTP), el intercambio electrónico de datos (EDI), los
sistemas de administración del inventario y los sistemas automatizados de
recolección de datos.
En Colombia las ventas por internet crecieron en 2013 hasta
U$3.000 millones, lo que significa un 40 % más que en 2012, según la Cámara
Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE). En los últimos 3 meses del año
pasado hubo un crecimiento del comercio electrónico del 40 al 50 %, en gran
parte debido a la temporada navideña.
Se estima que para 2015 se doblará el monto de transacciones
de forma que la facturación anual rondará entre U$5.000 y U$6.000 millones
debido, entre otros factores, a la entrada de más dispositivos móviles conectados
a Internet. En Colombia hay “entre tres y cuatro millones de compradores
online”. Según la Càmara de Comercio Electrónico el mundo de pagos por Internet
y de comercio electrónico tiene un gran aliado con los smartphones y hacia allí
va la tendencia. Ese auge augura a que se reduzcan las filas en las cajas de
pago de los grandes almacenes porque se popularizarán las transacciones desde
el móvil, medio con el cual ya se pagan el 10% de las compras virtuales en
Colombia.
La tendencia mundial permite estimar, que para 2018 la
cantidad de dinero generado a nivel global por comercio online iguale las
transacciones con efectivo, aunque en Colombia se pronostica que esto no
sucederá hasta el año 2021.
Ejemplo americano
En los últimos decenios del siglo XIX empresas comerciales
como Montgomery Ward y luego Sears iniciaron la venta por catálogo en los
Estados Unidos. Este sistema de venta, revolucionario para la época, consiste
en un catálogo con fotos ilustrativas de los productos a vender. Esto permitió
a las empresas captar nuevos segmentos de mercado que no estaban siendo
atendidos. Además, otro punto importante a tener en cuenta es que los
potenciales compradores pueden escoger los productos en la tranquilidad de sus
hogares, sin la asistencia o presión, según sea el caso, de un vendedor. La
venta por catálogo tomó mayor impulso con la aparición de las tarjetas de
crédito; además de determinar un tipo de relación de mayor anonimato entre el
cliente y el vendedor.
La práctica del comercio electrónico comenzó a principios de
1970, con novedosas aplicaciones como la transferencia de fondos monetarios.
Después apareció el intercambio de datos vía electrónica, que produjo una
expiación en el comercio electrónico, dando lugar a otros tipos de procesos
comerciales. Debido a esto, el comercio en línea se ha expandido muy
rápidamente gracias a los millones de consumidores potenciales a los que se
puede llegar a través de este medio.
A mediados de 1980, con la ayuda de la televisión, surgió
una nueva forma de venta por catálogo, también llamada venta directa. De esta
manera, los productos son mostrados con mayor realismo y con la dinámica de que
pueden ser exhibidos resaltando sus características. La venta directa se concreta
mediante un teléfono y usualmente con pagos de tarjetas de crédito. Actualmente
esta práctica es usada en todo el mundo. En 1995 los países integrantes del
G7/G8 crearon la iniciativa Un Mercado Global para Pymes, pequeñas y medianas
empresas, con el propósito de acelerar el uso del comercio electrónico en todo
el mundo.
La pregunta que surge entonces: ¿puede cualquier producto
utilizar el E-commerce para venderse?, por supuesto, todo depende de las
estrategias, los soportes y sobre todo del conocimiento de quien dirija las
campañas. La inversión para hacer campañas de E-commerce o implantarlo no
resulta demasiado cara si se piensa en una inversión más que en un gasto. Los
beneficios no serán inmediatos pero se verán en la medida que se desarrolle la
estrategia, es decir, “sembrar para recoger”.
Entre las ventajas del Comercio electrónico están: Ofrecer productos en línea, ampliar la visibilidad del negocio entre los clientes y sus ventas; las empresas deben atrapar la atención de los compradores pero además ganarse su confianza; el Comercio electrónico ayuda a las empresas a captar clientes de nivel C y C+, clase media y media alta.
Y las desventajas: La desconfianza, el desconocimiento y la baja penetración de banda ancha limitan a las empresas, solo 10% de las pequeñas empresas hacen E-commerce. En estos tiempos se hace más patente la idea aquella de ‘hacer una vaquita’, lo que en terminos digitales sería la búsqueda de fondos o el “crowdfunding” que se ha convertido en una gran herramienta para los emprendedores.
Por eso, con ayudas o sin ellas, la apuesta por el E-commerce es segura y rentable para los emprendedores o las grandes empresas. Solo habrá que atreverse a hacerlo, creo, como dirían las abuelas: “el que no arriesga un huevo no gana un pollo”.
Rafa Cely Ulloa
divulgadormultimedia.blogspot.de
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